La
comunicación es un peculiar modo de compartir. La peculiaridad consiste en que
se trata de un compartir sin pérdida: lo que se comparte en la comunicación se
sigue poseyendo, no se pierde. Lo que se comparte son contenidos de conciencia:
conocimientos, sentimientos, etc. Compartir sin pérdida no es lo único que
caracteriza a la comunicación, pero a partir de esa idea podemos obtener
bastantes claves para perfilar con mayor nitidez el concepto: compartir sin
pérdida implica, por una parte, que la comunicación es una realidad en sí misma
social, esto es, exige la existencia de aquel con quien se comparte; y, por
otra, implica la capacidad de transformar el mundo en conocimiento expresable
de manera que pueda ser compartido: esto es, capacidad de producir símbolos. La
comunicación tiene unas características esenciales, sin las cuales no podríamos
afirmar su existencia. Son características no sólo de la comunicación en
abstracto, sino de cualquier situación de comunicación, es decir, de la
comunicación que se da en la vida cotidiana.
Cinco
son las características esenciales de la comunicación:
1.
Es
humana
2.
Es
social
3.
Es
referencial
4.
Es
compleja
5.
Se
da en presente vivido